Su origen está en la Edad de Bronce y en tiempos cristianos fue cabeza de un Obispado visigótico, pero es en la época romana cuando alcanza su esplendor como centro urbano de la actividad económica y social. Famoso es su teatro romano con un graderío muy bien conservado y que no se limita a su condición de joya arqueológica, sino que sigue sirviendo a su función original: cada año alberga un prestigioso Festival de Teatro Grecolatino. 6.000 espectadores de aforo y 75 metros de largo son las apabullantes cifras del elíptico Anfiteatro, excavado en parte en la ladera del centro y levantado sobre bóvedas inclinadas organizadas radialmente.
Conserva muy bien los cuartos de las fieras. Otros interesantes restos de la configuración urbana son la basílica civil, el templo de culto imperial y dos conjuntos de termas. En uno de ellos se puede ver una piscina fría casi intacta y sobre parte del terreno que ocupaban se levanta la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, del siglo XV. También son visitables los vestigios del inacabado circo, de un templo dedicado a la diosa Diana y del acueducto y las canteras. Roma es la gran protagonista, pero Segóbriga también ofrece una necrópolis celtíbera y la basílica de época visigoda. Fundamental es el centro de interpretación, donde se exponen valiosas piezas del yacimiento.
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