Un mirador privilegiado del castillo y de las murallas es el atrio de la Colegiata de San Bartolomé. Una ‘pequeña catedral’ de base gótica que conviene visitar sin prisa y perderse por sus capillas, relieves, esculturas y lienzos. Salzillo, Mena, Hanequín de Bruselas, Jamete, Hernando de Arenas, Juan de Borgoña o Diego de Tiedra son algunos de los creadores que han dejado aquí su talento hecho oración, arte y siglos. Allí está la pila bautismal de Fray Luis de León, nacido en esta tierra. El templo cuenta con un museo dedicado al arte religioso.
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